Bacalao Men

El punk de Bacalao Men

Autenticidad, innovación y osadía son algunas de las palabras que definen a la agrupación caraqueña. Un proyecto que vio consolidado su sonido con Sabaneando

Por Pata Medina

Bacalao Men es una agrupación de matices, layers, riqueza musical, complejidad y de mucho desenfado; con ese gusto a salsa y ritmos del caribe, potenciado con texturas de electrónica, modernismo y sonidos urbanos, tan parte de nuestra idiosincrasia como una empanada.

Como punto de partida y para intentar describir de forma muy torpe (de mi parte), mi percepción de Bacalao Men, recopilé una cantidad de palabras, frases e ideas. Luego  ustedes me dirán si logran identificar estas palabras en su percepción de la banda:

-Autenticidad

-Innovación dentro de algo que suena muy familiar

-Una amalgama perfecta de ritmos, sonidos, géneros, instrumentos y profunda musicalidad enriquecida de metales, percusión y soneo

-Osadía

-Música independiente y alternativa en su máxima expresión con libertad creativa

-Sinceridad y honestidad

Vale resaltar un matiz: la música independiente estaba en apogeo desde hace unos años. El indie es una característica que no terminó por ser un género como tal, sino que es un rasgo que nace de la necesidad artística de crear siguiendo su propia brújula, creando una propia línea editorial

Para los que estamos de este lado de la industria, tenemos la misión de tratar de comunicar lo mejor que podemos sobre lo que ocurre en el universo musical, esperando lograr que la música llegue al lugar al que tiene que llegar.

Por ello, hay una premisa en la que he venido trabajando: me parece muy antipático y hasta petulante querer catalogar, encasillar, etiquetar y hasta “medir” la obra de un artista. Es como querer limitar la paleta de colores a un artista plástico.

Si es verdad que la industria trata de encasillar la música precisamente para “premiarla”, evaluarla y calificarla. Creo que para los cronistas musicales, music supervisors y melómanos, la obra de un artista es tan única como cada persona, y la prueba de ello es que cada quien que la recibe, la percibe de una manera distinta, y hay una forma en la que impacta su vida de una forma única e irrepetible.

El artista expresa y enriquece su obra con las formas que encuentra más apropiadas para plasmar lo que necesita; encasillar a un artista es cortarle las alas, de la misma manera que es impedirle al consumidor (incluyéndome) experimentar lo que nosotros mismos no sabemos que llevamos dentro.

Entonces lejos de las teorías, los conceptos y los géneros, yo propongo que hablemos de cómo se siente la música de Bacalao, cómo la percibimos y la sentimos.

El sonido de Bacalao Men es un melting pot perfectamente amalgamado, tanto que yo le decía a Pablo Estacio que se siente cierto desenfado al mezclar tantos ritmos y  sonidos urbanos como funk, soul, rock, salsa, caribe y trópico. De una forma que se siente tan natural. Y Pablo me dice que él tampoco sabe cómo logran mezclarlo tan bien. Que es como un milagro y nunca ha sido complicado ni forzado, ya que, Sebas, Rafa y Pablo tenían ese mismo código de influencias culturales musicales, al igual que los músicos que se integraron posteriormente.

Para mí esa es la verdadera esencia del por qué Bacalao es tan rock y punk, por la naturaleza de cómo surge su música, más allá de todos los matices que tenga. Bacalao es un menjurje de elementos que se dan naturalmente.

Todos los integrantes coinciden en lo que quieren y en sus gustos por la música africana, el rock, la música venezolana, y hasta el techno… por ende manejan un lenguaje y vocabulario en común.

En cuanto a la narrativa, es el mismo contexto musical aplicado al verbo. A mi las letras de Bacalao me suenan tan coloquiales y cercanas, con ese código de joda venezolana, sin caer en lo vulgar u ofensivo. Es una suerte de trova urbana caraqueña moderna. Según me cuenta Pablo, ese verbo está empapado de distintas maneras de entrompar el arte. No es folclórica (pero tiene algo de eso). Tampoco es romántica o directa. Tiene cultura de psicodelia, de percepción de contemplación. 

“Dentro de lo folclórico, local, urbano y enrollado, los estilos de narrar se permean en la obra de Bacalao”, comenta Pablo Estacio.

Bacalao Men

Sabaneando es el tercer disco de la banda. Rafa no estaba. El grupo había cambiado y apareció Gustavo Guerrero, a quien vieron con Spiteri. A Pablo le encantó y  Sebastián lo conocía.  Hubo conexión inmediata con Gustavito: su estilo de tocar la guitarra era bien rockanrolero retro, soul, bien Motown, pero muy latino. Entendía perfectamente lo que hacía Bacalao. Gustavo fue importantísimo para ese momento en Bacalao. 

En Sabaneando, ya Gustavo tenía 3 años tocando con Bacalao y tenía mordido el repertorio viejo a la perfección, el cual de hecho ya sonaba con otro flow y había esa sinergia entre Sebas, Tomas, Gustavito y Pablo.

Por eso siento que el sello Bacalao, el sonido Bacalao, la marca Bacalao, se logra consagrar en este disco, porque musicalmente ese sonido venía creciendo musicalmente; orquestación, arreglos y composición, aunado a los matices y capas con las que ya venían identificándose desde su génesis.

Bacalao Men logra amalgamar sus influencias y su necesidad de expresar con una venezolanidad ineludible que impregna su obra, sin ser “pasado de moda”, sin imitar a nadie más, sin aceptar ataduras de ningún tipo, y a la vez, respetando profundamente la musicalidad; algo que sin duda es tan auténtico. Lo hacen con tal desenfado e irreverencia (que no es lo mismo que desinterés) que nos hacen sentir que es una banda absolutamente rock y punk. Y es que nuestro rock no puede ser un rock que ignore el trópico y el caribe, son ritmos que indiscutiblemente tienen que estar presentes en el sello del rock nacional.

Para mi la obra de Bacalao es muy cercana, me identifico con ella y la considero parte fundamental del ADN del rock alternativo venezolano. Porque nuestro rock no puede ser de otra manera.

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