Por Gregorio Montiel Cupello 

Pedro Castillo y Mannel Muñoz son dos de los nombres más conocidos y respetados del pop y el rock a la venezolana.

El primero por sus pasos a través de Aditus, Témpano y su carrera solista con colaboraciones con Frank Quintero, Guillermo Carrasco, Alexis Peña y más.

El segundo por intervenir en bandas como Hydra, Post Data, 20/20, Aditus (en la actualidad) y también con varios discos bajo su nombre.

El reciente 10 de julio salió este álbum grabado a la distancia entre San José de los Altos Mirandinos y Miami, Florida, que firman ambos, al que muy bien le cabe la etiqueta prog rock y que es uno de los mejores registros que he escuchado dentro del universo del pop y el rock Made in Venezuela.

El disco viene con 12 temas de los dos que se pasean por diversas atmósferas: unas suaves, simples, delicadas y relajadas, otras más intrincadas, agresivas y con ritmos entrecortados que nos recuerdan al King Crimson de los 80 (el de Robert Fripp, Adrian Belew, Tony Levin y Bill Bruford).

«¡Por supuesto! La influencia es evidente», me ha dicho Mannel (Manuel Muñoz), quien además de cantar, tocar teclados y hacer programaciones, ejecuta el bajo Chapman Stick que también utiliza Levin.

Pedrito por su lado se encarga de las guitarras y por igual canta, hace teclados y programaciones.

En batería y percusión estuvo Isidro Merchán y como invitado especial: el «legendario» (como dicen ellos) baterista Bill Bruford, percusión en la pieza “El ojo izquierdo del brujo”, uno de los dos tracks que se refieren al título del álbum (el otro es “El ojo derecho del brujo”).

Sobre la intervención de Bruford, Mannel nos cuenta que este baterista inglés «pone a disposición para la gente interesada una serie de patrones y parámetros rítmicos con los que uno puede jugar y reinventar incluso lo que Bruford pone a disposición».

Tenemos así un trabajo rico en sonoridades, una obra con buenas guitarras y teclados y con un sonido nítido bien logrado.

O como ellos mismos señalan en la presentación de Bandcamp: «un álbum debut que combina décadas de experiencia con sonidos audaces».

En fin, Los ojos del brujo es un disco venezolano con nivel internacional que recomiendo.