La escena musical venezolana lamenta la reciente y acelerada partida de varias de sus figuras icónicas de los siglos XX y XXI, entre ellas la del ex cantante de Los 007

Por Gregorio Montiel Cupello 

Uno tras otro en una rápida seguidilla se están yendo y los vamos a extrañar. De todos los estilos se han estado marchando a ritmo acelerado los grandes protagonistas de la escena musical venezolana de los siglos XX y XXI: Gerry Weil, Trino Mora, Rudy Márquez, Cangrejo (Seguridad Nacional), Aquiles Báez, Rafael Quintero, Henry Martínez, Floria Márquez y, ayer sábado 15 de noviembre de 2025, Jorge Chapellín, el emblemático cantante de Los 007 y también dirigente empresarial.

Luego de la oleada inicial de pop-rock venezolano, que para 1964 mostraba a Los Supersónicos, Los Dangers, Los Claners, Los Holidays y Los Impala como los cinco grupos más importantes, en 1966 irrumpieron en grande Los Darts y Los 007 como generación de relevo.

Para ese año, ambos conjuntos pegaron dos canciones que hasta el día de hoy se escuchan, se bailan, se cantan y forman parte del ADN venezolano.

Los Darts con «Tú la vas a perder» (original de The Beatles) y Los 007 con «El último beso» (de Wayne Cochran y popularizada por J. Frank Wilson and The Cavaliers).

Fueron los dos grupos del momento, e incluso surgió una competencia entre ambos.

Hay una anécdota que habla de la trascendencia de «El último beso» en Venezuela. Cuando Pearl Jam regrabó esta pieza en 1999, muchos jóvenes venezolanos que desconocían su historia pensaron que la banda de Seattle estaba, ni más ni menos, versionando a un grupo venezolano.

Chapellín fue una de las mejores voces de ese primigenio pop-rock venezolano de los sesenta. Hay otra anécdota que me contó el mismo Jorge en una entrevista exclusiva que le hice cerca de 1992 o 1993 para el libro que tengo pendiente de publicar, Historias del rock venezolano.

El cuento que me echó es que, tras la salida de Felipe Pirela, Billo estaba buscando un reemplazo para su bolerista estrella y audicionó a José Luis Rodríguez y a él. En el momento no le dijeron nada del resultado. Pero luego le contaron que a Billo le gustó más su voz; solo que el padre de Manolo Álvarez (baterista de Los 007), Óscar Álvarez de Lemus, hombre de radio, le dijo a Billo (que era su amigo) que se olvidara de Jorge porque él conocía a su padre y no lo iba a dejar. Billo, entonces, optó por José Luis Rodríguez.

Jorge estuvo poco tiempo con Los 007. En 1967 se marchó para seguir sus estudios universitarios y en 1968 grabó su único disco solista, Otra vez soñé, con el que no tuvo mayor repercusión.

Posteriormente, se convirtió en un importante dirigente empresarial, llegando a ser vicepresidente de Fedecámaras.

Pero no es sencillo ignorar la semillita de la música y desde los años noventa varias veces retornó a los escenarios, como cantante de Los 007 o en shows nostálgicos de los años sesenta.

Chao Jorge, que te vaya bien y gracias por todo. Seguiremos cantando «El último beso» como una canción venezolana.