Félix Allueva: «El rock se regenera»

Serie Rock Venezuela. Entrevista (III)

En junio la Fundación Nuevas Bandas celebró el 55 aniversario del rock en Venezuela, una efeméride que, según Félix Allueva, tiene su origen en la formación en 1959 de Los Impalas, primera agrupación del género formada en el país, según los registros de la organización.

Allueva es meticuloso, y aclara que esa agrupación no es la misma que se hizo famosa en los sesenta y que se tiene como referencia de la época, años en los que el rock empezó a ser parte del folclore, de la idiosincrasia, de quienes tuvieron a esa expresión artística de orígenes anglosajones, como parte del contexto en el que se desenvolvían.

“Para muchos venezolanos menores de 40 años criados bajo el amparo de las llamadas culturas urbanas,  resulta incomprensible aquello de que el joropo, las fulías, sangueos, golpes y bambucos conformen nuestra música de raíz.  Para muchos los sonidos  con los cuales se han educado, crecido y socializado, son otros cantares”, dice el presidente de la Fundación Nuevas Bandas.

Recuerda que cuando el rock and roll empezó a escucharse en el país, los intérpretes trataron de aproximarse a lo venezolano, no solo con el idioma, sino también al integrar instrumentos nativos.

Cita como ejemplo a Los Impala, que en la segunda mitad de los sesenta agregaron a sus temas el cencerro (campana que se pone en el cuello del ganado) como mecanismo rítmico del beat rockero. “En su disco Síndrome del año 69, lograron acoplar la psicodelia con ritmos y melodías del altiplano andino”.

Hace alusión también a Elmar Leal y La Cuarte Calle. “Dieron los primeros pasos en etno rock con la propuesta joropop, un híbrido entre una de nuestras músicas nacionales, el formato eléctrico y la fuerza del hard rock.   Casi al unísono, José Enrique “Chelique” Sarabia culminó su álbum Revolución electrónica en música venezolana, considerado para el momento como un audaz ensayo de ritmos folclóricos venezolanos con las más modernas técnicas de sonido”.

Luego aparecieron Jorge Spiteri , Vytas Brenner y Gerry Weill, autores de clásicos que fueron el preámbulo de agrupaciones como Sietecueros (banda de Yordano), Melao (de llan Chester), La Misma Gente, Desorden Público, Los Gusanos, Bacalao Men, Toberías y La Vida Bohéme con su más reciente disco, Será. Allueva también resalta a Laberinto, conformada por músicos de Guarenas que hace más de 10 años emigraron a Holanda. “Su música es una interesante combinación de metal, salsa y expresiones afrovenezolanas”.

¿Es el rock en Venezuela un género consolidado y con identidad?

Sí creo que es un género con peso propio en el país.  Tiene en su haber el festival más antiguo de la nación (Festival Nuevas Bandas), 55 años de vida, más de 400 bandas con vida propia, diversidad de estilos, hasta rock chavista.

¿Consideras que el país carece de una industria musical que de estabilidad a los artistas?

El país carece de industrias y punto.  Tendríamos que hacer un análisis sobre el punto, pero te adelanto que para los meses de septiembre y octubre de este año en el marco del Festival Nuevas Bandas, el IESA y la Fundación Nuevas Bandas abordará el tema con un mes de estudio de nuestra industria musical y el emprendimiento que en ella se desarrolla.

¿El fenómeno de la emigración puede dejar al género sin sus mejores exponentes en la actualidad?

La emigración en el rock existe en Venezuela desde 1966. Hasta la actualidad no ha parado.  Los pioneros fueron Los Impalas. Gran cantidad de músicos rock se fueron del país en los años setenta y regresaron fortalecidos (Ilan Chester, Frank Quintero, Álvaro Falcón).  Ídem en los 80 y 90.  El fenómeno sigue en curso, posiblemente con mayor fuerza por la coyuntura sociopolítica y económica.  El rock se regenera, crea anticuerpos, sigue adelante.  Se va La Vida Bohéme, aparecen 50 bandas nuevas, una de ellas tomará su puesto.  Dice el cancionero popular latinoamericano «…no hace falta que se fue, hace falta el que vendrá».

Fuiste uno de los impulsores del movimiento Músicos en la Calle. ¿Tuviste la convocatoria que esperabas? ¿Se autocensuran los rockeros venezolanos?

La respuesta a la primera pregunta es no.  A la segunda, algunos sí, otros no.  Posiblemente los más conocidos, los más mediáticos se autocensuran.  También se autocensuran los representantes del oficialismo.  Ambos polos por miedo financiero. El rock es contracultura y mercado al mismo tiempo, una contradicción, como lo plantea la teoría marxista.

¿Cómo sobrevive el Festival Nuevas Bandas en tiempos de crisis, devaluación y control de cambio?

Nos movemos como un modelo alternativo de gestión, con algunos principios que guían la gerencia. Somos pragmáticos, un núcleo organizativo flexible. Como empresa creativa, no necesita grandes capitales ni infraestructura para su funcionamiento. Las alianzas y acciones institucionales se hacen de manera muy rápida, con poca burocracia y ni formalismos excesivos. Como fundación el asunto de las ganancias no es el punto central.  No hay acumulación de capital sino reinversión en los proyectos. Partimos del concepto de equipos de producción pequeños, eficientes. Presupuesto para la acción, no para el engorde de la burocracia y pago de infraestructuras  innecesarias.

En 2008 la Fundación Nuevas Bandas -junto a Esperanto- apoyó la reedición del disco de la culebra de Spiteri. ¿Qué discos merecen ser reeditados?

Y luego se reeditó con VampiSoul, disquera española, teniendo más éxito en Europa que en Venezuela. Se deben reeditar muchos, como los de Ladies WC, Syndrome de Los Impala, los primeros discos de Vytas Brenner, Dermis Tatu, entre otros.

¿Qué le reclamas a las bandas venezolanas?

La etapa de reclamos se supera con la madurez, digamos que corresponde más a la adolescencia. Estoy en onda de cooperación entre las partes para que la industria de la música funcione.  Bandas, productores, promotores, técnicos, managers forman parte de la industria. Hay que generar sinergia y avanzar, cero quejas

Otras entrevistas: Daniel Esparza (Melancólicos Anónimos), William Padrón

Un comentario

  1. […] “El rock se regenera”, ha dicho Félix Allueva, presidente de la Fundación Nuevas Bandas, al referirse a la partida de La Vida Boheme del país. “Vendrán otras 20 bandas más y otra tomará su lugar”. Y lo dice con varias apariciones frecuentes en la prensa, al anunciar que el FNB vuelve reformado, adaptado a la falta de toques nocturnos por la inseguridad y arguyendo que ahora vivimos una época creativa, donde las agrupaciones artísticas se han enfocado en ensayar más, terminar discos y pulir sus técnicas. El rock tiene otra cara ahora, reseña El Mundo, analizando su perspectiva económica. Y Últimas Noticias le ha dedicado especiales multimedia. Venezuela es rockera y está en su mejor momento, ha dicho William Padrón, periodista y manager de bandas. […]

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