Por Elia Moreno (@Elivanne)
El cantante irlandés no tiene términos medios. En el Festival de Jazz de New Orleans despertó pasiones, pero los pastores norteamericanos no se cansan de condenarlo
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Pocos artistas tienen la capacidad de ser irreverentes y delicados al mismo tiempo. Pocos consiguen tomar el escenario por asalto e imponer canciones que contienen letras sumamente contestarías pero escritas de una manera tan poética, que hasta la más tradicional de las academias las premiaría.
El mérito de Andrew Hozier Byrne, a quién en el mundo de la música conocen como Hozier, es haber conquistado el lado más conservador del medio artístico, casí sin darse cuenta. Desde el lanzamiento de su álbum homónimo, en septiembre del año pasado, no ha hecho más que romper un paradigma tras otro.
Su presentación en el Festival de Jazz de New Orleans dejó a los asistentes con ganas de más. Con canciones como Work Song, Someone New (cuyo video promocional está protagonizado por Maergarys Tyrell de Games Of Thrones en persona, Nathalie Dommer) y por supuesto, la imponente Take me The Church, conquistó a un público que se caracteriza por ser bastante exigente.
Este parece ser un año bastante ocupado para este cantante irlandés. Hace unos días, se confirmó su presencia en el festival Austin City Limits 2015, que se celebrará en octubre y que contará con artistas de la talla de Foo Fighters, Drake, y The Strokes. Además, está confirmado cómo uno de los intérpretes que se presentará en la gala de los premios Billboard 2015, que se celebrará el 17 de mayo en el MGM Grand Arena de Las Vegas .
Una canción antirreligiosa. Puede que el título de “Take me The Churck” evoque al coro gospel de una iglesia, pero su significado está muy lejos de ser una oda a las religiones del mundo. La canción, que se convirtió en un fenómeno global, ha generado unas cuantas críticas en el ámbito religioso y ha sido condenada por varios pastores norteamericanos.
“Yo no he recibido correos electrónicos con palabras de odio, pero sí unas cuantas cartas abiertas de pastores quienes me han dicho unas palabras pocos delicadas. Sin embargo, la canción no es acerca de la iglesia Bautista o de la Evangélica Cristiana, se refiere más a la iglesia Católica”, aseguró Hozier en una entrevista otorgada The Guardian.
Luego de su inolvidable actuación en la ceremonia de los Grammys del año pasado, junto a Annie Lenox, se unió a la leyenda de Eurythmics para subastar en Ebay camisas autografiadas por ambos artistas. El dinero recaudado fue destinado a la fundación de Lenox dedicada a velar por las madres y niños que presentan VIH.
Parece que Hozier esta decidido a seguir rompiendo paradigmas tras su paso. Con una
mezcla de blues, Jazz y Folk, está decidido a demostrar que se puede establecer una
prerrogativa con letras y músicas cargadas de poesía.