Nota de prensa.
La banda Stratuz finalmente presentó su disco Osculum Pacis. Desde el 26 de abril se encuentra disponible en las principales plataformas digitales.
Se trata del cuarto álbum para esta banda caraqueña que cuenta con más de 35 años de trayectoria musical y que incluye 11 temas originales, compuestos durante la pandemia y que se adentran en distintas corrientes como el rock gótico, el death metal y el doom metal.
Los músicos consideran que la temática de la obra es controversial. El cantante y líder del grupo, Franklin Berroterán,asegura: “Líricamente los temas del disco hablan de los abusos de la iglesia y su silencio ensordecedor ante tantas denuncias. Habla de la manipulación de las masas, de la injusticia, pero a la vez también habla del despertar de la conciencia, de la muerte como proceso de transformación, de la necesidad de cambiar internamente para levantarnos y desterrar nuestras propias miserias, habla de tomar conciencia de quiénes somos”.
Hay presencia del doom metal, pero repentinamente la música puede tornarse más pesada y rápida navegando la corriente del death metal, para luego bajar la intensidad y entrar en un territorio más oscuro y atmosférico típico del rock gótico. Inclusive hay arreglos que bien pudieran contar con una orquesta sinfónica como acompañante.
Sobre la dirección musical, el vocalista explica: “Nosotros nos dejamos llevar por nuestro entorno, vivencias, experiencias emocionales y de alguna manera esto se refleja al momento de las composiciones. No es que planifiquemos o calculemos desarrollar pasajes doom, seguida de una parte más fuerte. No es así. Dejamos que fluya nuestra música como un diamante en bruto al cual le vamos dando forma para luego pulir en el momento de las grabaciones”.Las canciones de Osculum Pacis fueron grabadas en The Asylum Studio con la producción a cargo del propio Franklin Berroterán. La mezcla y masterización estuvo a cargo de Arturo Banús en Chicago, Illinois. Como siempre le han dado importancia al diseño artístico, la portada fue creada por la artista checa Eugenia Bathoriya. Además, contó con la participación de Karen Pita como invitada especial quien desarrolló un trabajo estupendo en la voz soprano.