La virgen negra se proyectará en Venecia

Nota de prensa

La virgen negra, película dirigida por Ignacio Castillo Cottin en 2008, es parte de la exposición With Hands Signs Grow, una de las actividades colaterales de la edición de este año de la Bienal de Venecia

El largometraje se verá los días 1 y 2 de septiembre. La proyección se llevará a cabo en La Casa del Cine de la ciudad italiana. También se exhibirán  tres documentales relacionados con la cueva de Altamira: Altamira (2016), de Hugh Hudson, Altamira: el origen del arte (2018) y El guardián de la cueva (2018), ambos de  José Luis López Linares. 

El ciclo se titula Heterodoxias I y, según explica el curador de With Hands Signs Grow, Alfonso de la Torre, nace en paralelo al proyecto colateral de esta Bienal de Venecia que han impulsado el Grupo Odalys y Signum Foundation con el Museo de Altamira.

“Revisando la filmografía sobre Altamira -prosigue el experto-, y viendo la película homónima de Hugh Hudson, de 2016, que protagonizan Antonio Banderas y Golshifteh Farahani, pensamos en lo singular que sería ofrecer un ciclo de miradas sobre narraciones de lo que podríamos llamar un mundo no-comprendido. Al cabo, eso es Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor con su hija María de la llamada ‘Capilla Sixtina’ del arte prehistórico, las cuevas de Altamira. Como todos sabemos, Sanz de Sautuola, murió sin ver reconocido su hallazgo”.

La virgen negra es la ópera prima del cineasta Ignacio Castillo Cottin. Es protagonizada por la actriz española Carmen Maura. Cuenta cómo la vida de un pueblo pesquero del Caribe se transforma cuando la virgen de la iglesia es cambiada por una advocación de María negra.

Sobre la selección del filme del cineasta venezolano, dice De la Torre: “Esa especie de agujero negro de la historia -el no reconocimiento del hallazgo de Sanz de Sautuola-, podría ser puesto en relación con lo que sucede en La virgen negra, una película que se sitúa en un bello contexto mágico, lleno de vericuetos hermosos y preguntas (como otra cueva). Es sencillo, se trataba de poner un duplo de películas a dialogar”.

Por su parte, el director comenta: “De hecho me emocioné con hacer una versión de La virgen negra. La vi hace como dos meses, después de casi diez años, y me entusiasmé tanto que empecé a hacer algunos ajustes; de hecho, pedí el máster y posiblemente vayamos a proyectar en Venecia una edición inédita de mi película. Este proceso ha sido una muy buena justificación para hacer una nueva versión. Obviamente va a ser la misma película, pero con un montaje especial para la Bienal”.

Ignacio Castillo Cottin acota: “El mundo de La virgen negra es bastante irreal; refleja, de alguna forma, una realidad intervenida. Creo que esa es la razón por la que la película ha sido invitada a Venecia”.

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