We Are What We Are es el tercer disco de Wincho Schafer, una obra que va de la pesadumbre y la tristeza a otros sentimientos, como la reflexión sobre la vida, el ímpetu y la calma.

Pero luego, el disco gira hacia una calma, hacia una reconciliación. Alusiones a la prosperidad y el reencuentro. Un álbum muy observador e íntimo.

«Ahora me gusta ponerme otros zapatos. Ir más despacio. La industria ha cambiado muchísimo. Tiene cosas muy positivas y otras muy inhumanas».

Su disco anterior, Amor de madre, fue un homenaje a su mamá. En esta ocasión, el tema es la aceptación. «Tenemos que aprender a aceptarnos como somos y las circunstancias que nos han tocado».

«Uno no se puede quedar pegado en el drama. Hay que buscar oxígeno en otras cosas en las que los resultados dependan de uno», acota.