Traer a Jack Bauer de vuelta fue una alegría para muchos, pero la serie no despertó muchas emociones en el resto de la audiencia de Estados Unidos
La noticia del regreso de Jack Bauer alegró a todos sus fanáticos. Durante 8 temporadas y una película el agente de inteligencia salvó a Estados Unidos de infinidades de catástrofes terroristas. Esta vez regresó para hacer lo que mejor sabe: ser el héroe, además de ganarse el perdón del presidente de los Estados Unidos; El antiguo Secretario de Defensa James Heller, ahora en convertido en líder del Primer Mundo.
24: Live another day no ofreció nada nuevo en cuanto línea dramática; es Jack evitando un desastre una vez más y perdiendo todo lo que ama en el camino.
Pero esta serie no fue hecha para captar nuevos fanáticos, sino para complacer a los que ya tenía, que pedían a gritos el regreso de Bauer a las pantallas.
Como muestra están las constantes referencias a momentos que vivieron los personajes en la octava temporada y que pueden dejar perdido en el limbo a más de uno.
Aunque introdujo innovaciones en este nuevo episodio, teniendo a Londres como escenario y reduciendo la línea de tiempo a 12 horas, por momentos la historia se hace tediosa. El ritmo de los acontecimientos es un poco lento, lo que no engancha a un televidente que esperaba ver la adrenalina de una serie de acción.
Por eso no es de extrañarse que para un curioso la serie resulte aburrida y termine siendo más de lo mismo, mientras que para un miembro de esa fanaticada que convirtió a 24 en una serie de culto, es el homenaje que merecía a Jack Bauer.
Personajes de antología
Uno de los grandes meritos de 24: Live Another Day es su reparto.
El trabajo de Mary Lynn Rajskub como una perturbada Chloe O’Brian convertida en Hacker, fue excelente, quizás una de las mas creíbles.
Kiefer Sutherland estuvo como siempre a la altura de las circunstancias, mostrando los diferentes matices de un hombre como Bauer, que ha visto de todo en la vida y ya no tiene nada que perder.
Sin embargo, quien se robo el show fue William Devane. Su brutal actuación como un presidente enfermo de Alzheimer que tiene que lidiar con una crisis diplomática, seria digna de un premio.
El monólogo de despedida ante el ataúd de su hija asesinada, momentos antes de arribar al Air Force One, quedará grabado en la memoria de los fanáticos como una de las mejores y más conmovedoras escenas de los últimos tiempos.
¿Un final justo?
El debate que se ha generado luego del 14 de julio, fecha en la que se emitió el último capítulo, gira en torno a si fue un final digno para Jack Bauer.
Con todos los momentos duros su vida (su esposa embarazada fue asesinada, no puede regresar con su hija y su gran amor murió a manos del mismo hombre que la torturó para sacarle información privilegiada), la muerte habría sido la despedida digna de un antihéroe herido por la culpa. Pero Jack hizo una vez más, algo típico de él: sacrificarse y se entrego a los rusos para salvar a Chloe.
Si 24: Live another day era un homenaje, lo dañaron con un final muy flojo. La escena donde Jack se entrega no causo emoción alguna y parecía más una transición con algunos asuntos inconclusos e hizo que muchos fanáticos se quedaran pidiendo más.
Lo que si deja este final es esperanza. Pues si Bauer fue capaz de regresar después de 4 años de la octava temporada, no sería descabellado que, en un tiempo, lo trajeran de vuelta para salvar a Estados Unidos y purgar sus demonios en el camino.