La película, que apenas recaudó 26, 2 millones de dólares en taquilla, ha representado el mayor fracaso de Fox, debido a su confuso guión y personajes acartonados
Elia Moreno (@Elivanne)
En una época en donde los cines están sobresaturados de películas de superhéroes y parece que realizar reboots de historias que se convirtieron en reliquias de culto para muchos seguidores se ha vuelto una costumbre innecesaria, The Fantastic Four se vendía cómo la última esperanza para la humanidad.
Tenía todo para ser el blockbuster del año, y se convirtió en el peor filme basado en un cómic, al menos de este 2015. Desde su estreno, la culpa ha pasado de mano en mano como una pelota de ping pong; sin embargo, al verla en pantalla te das cuenta de que fue una tormenta perfecta lo que acabó convirtiéndola en un melodrama sin sentido que aporta más para los portales de chismes de Hollywood que al gusto de los espectadores.
Empecemos con los actores. Si bien es cierto que en el reparto hay algunos nombres prometedores como Miles Teller o Kate Mara, la falta absoluta de química entre el equipo en pantalla hace que luzcan acartonados y, llega un momento, que parece que actúan mal a propósito y solo estaban ahí parados, desesperados por terminar de filmar la película.
Si hubiésemos quitado a Jamie Bell (quién interpreta a Ben Grimm AKA La Cosa) de la 1:45 minutos que dura la cinta, no hubiese habido cambio alguno. Parece un personaje de relleno, que solo sirve para acompañar Reed en sus locuras. (De hecho, si el título hubiese sido Richard Reed y sus locuras nadie se iba a molestar).
Una historia mal contada
Quizás, el meollo del asunto es que es un relato sin sentido que, no tiene nada que ver con la idea original. Una cosa es que un guionista se tome ciertas libertades, y otra es que cambie completamente la trama. Desde la forma en como adquieren sus poderes los protagonistas hasta la aparición de un Doom que parece más una versión robotica de una colegiala caprichosa que un villano creíble, todo el guión parece completamente absurdo.
Aunque los efectos especiales de la película son un aspecto que se puede salvar, hay escenas en donde los actores lucen confusos y tomas que, en realidad, no tienen cohesión alguna. En general, la película fue un intento de hacer una versión dark de una de las historias favoritas de Stan Lee, que definitivamente salió muy mal.
Lo que sí tiene Fantastic Four es una cantidad de mitos y leyendas de situaciones que ocurrieron durante su rodaje que resultan más interesantes que la misma trama. Por lo pronto, se espera que Fox anuncie oficialmente la cancelación de la franquicia, echando por tierra los planes de unir a los X men con estos superhéroes.
¿La gran moraleja de todo este proceso para Fox? La desesperación no es buena consejera y definitivamente considerar la Ley de Murphy para su próxima superproducción.