Por : Elia Moreno | @Elivanne
«El amor depara dos máximas adversidades de opuesto signo: amar a quien no nos ama y ser amados por quien no podemos amar» Alejandro Magno
Mostrar una historia de amor es una tarea complicada. Evitar caer en los eternos clichés del mundo rosa, presentando un lado idílico del amor, parece ser la salida más fácil para muchos cineastas. Y, cuando hablamos de una relación homosexual, la delgada línea entre lo vulgar y lo superficial se hace cada vez más peligrosa.
Todd Haynes supo cómo mantener el balance entre lo romántico y lo realista con Carol. Básicamente, habla sobre el amor entre dos mujeres, de distintas clases sociales y una más joven que la otra, en la pacata sociedad de Estados Unidos en 1940. Therese y Carol se ven envueltas en una montaña rusa de emociones que las lleva, casi sin darse cuenta, a dar rienda suelta a sus sentimientos.
Sí, es una historia de amor. Pero no cae en lo cursi. Haynes profundiza en lo complicada relación de dos personas que no saben cómo lidiar con un sentimiento que tambalea los cimientos sobre los cuales están construidas sus vidas. La misteriosa personalidad de Carol y la inocente Therese, hace que el espectador termine viéndose reflejado en ese relato tan profundo e intenso de una relación amorosa.
Un relato: muchas aristas
Todd Haynes no sólo se empeñó en mostrar el lado romántico del amor. Ese sentimiento tan complejo tiene muchas aristas; aristas que el excelente guión de Phyllis Nagy supo mostrar con exactitud.
Puede llegar a ser obsesivo, llevándonos a cometer errores, a no medir las consecuencias de nuestro actos. Y es ahí donde entra el personaje de Kyle Chandler como Harge Aird. Un hombre herido por la absoluta incapacidad de su esposa de poder sentir una pizca de lo que siente él por ella.
También está el amor filial, con Sarah Paulson mostrándonos la visión de Abby Gerhard, o el amor de una madre a una hija, con la salvaje actuación de Cate Blanchett, cómo una Carol que realiza un último sacrificio por el bien de su hija.
La gran subestimada
Carol fue una de las grandes subestimadas por la Academia durante esta gran temporada de premios. Si bien obtuvo 6 nominaciones a los premios Oscar de este año: entre las que destaca Mejor Banda Sonora, para el maravilloso trabajo de Carter Burwell y las nominaciones a Mejor Actriz para Cate Blanchett y Mejor Actriz de Reparto para Rooney Mara, el trabajo de Todd Haynes no fue valorado
Cómo director, el trabajo de cámara de Haynes fue fundamental para mostrar la intensidad de la relación de ambas protagonistas. La escena del almuerzo entre Carol y Therese, los close up a la seductora Cate Blanchett, los enfoques a una aturdida e inocente Rooney Mara. Fueron dos minutos necesarios de intensos movimientos de cámara que empezaban a mostrar el ritmo de la historia.
En general, este drama entra en esas categorías de películas necesarias y que debes ver alguna vez en la vida. Esas que te llevan a un intenso viaje emocional y que te hacen comprender, aunque sea un poco, ese complejo sentimiento llamado amor.