Carlos Oteyza: «Carlos Andrés supo que se había acabado el país rentista»

Texto de Humberto Sánchez Amaya (@HumbertoSanchez) publicado previamente en El Nacional

Carlos Andrés Pérez habla por celular. Se refiere al país con la sapiencia y seguridad de quien lo gobernó dos veces.  No se sabe con quién habla. Reafirma cada palabra como si su voz fuera un cincel y su interlocutor, la piedra que necesita.

La imagen es una de las escenas de CAP 2 intentos, el documental de Carlos Oteyza estrenado el viernes pasado que muestra al político en posiciones opuestas. El cineasta se vale de aquellos que lo acompañaron y lo confrontaron para exponer los dos gobiernos de una de las figuras más populares, influyentes y conocidas de América Latina, aunque el manto rojo busque cubrirlo.

“Marcó la historia del país en la segunda mitad del siglo XX. En el primer gobierno no supo, como otros países petroleros, las consecuencias de esa indigestión de petrodólares. Luego, en los noventa, comprendió que había que cambiar de rumbo. Carlos Andrés entendió que se acabó el país rentista”, afirma.

—¿Reivindica su figura?

—En estos momentos la reivindicación es colocarlo en la historia y que la gente decida. Hay que reencontrar esos dos momentos para entender qué está pasando. A Carlos Andrés lo hicimos los venezolanos. Se engrandeció porque así quisieron los venezolanos. Luego lo castigaron y la gente se castigó al no darse una oportunidad en ese segundo gobierno. Sin duda, él se sobrestimó. Hubo una prepotencia de su parte al ignorar a los actores políticos.

—Afirma que hay personas que no saben quién fue Carlos Andrés Pérez. ¿Por qué?

—El país ha tenido una crisis institucional inmensa. Los partidos políticos sufrieron mucho. Acción Democrática, tan importante, cayó. También el venezolano padece la cultura del olvido. No se trabaja en la continuidad, sino en las rupturas. Hay además un elemento resaltante: el gobierno desde hace 17 años ha querido romper con la historia del país. Si ha ocurrido con Carlos Andrés, imagina qué ha pasado con Raúl Leoni o Luis Herrera Campins. Es un país que a cada momento se reconstituye alrededor de un gobierno o líder. Cuando eso ocurre, se está condenando al fracaso. ¿Cómo viviría Francia sin la memoria de las guerras mundiales? Los europeos se aniquilaron en la primera mitad del siglo XX. Esa memoria colectiva se mantiene en su cine, libros y televisión. En Venezuela eso no ocurre. Hay una corresponsabilidad de las élites. Por ejemplo, en la televisión venezolana no verás una imagen de Carlos Andrés Pérez.

—El documental muestra cómo las medidas económicas del segundo gobierno fueron interrumpidas con la salida del gobernante. Uno puede interpretar que las considera necesarias.

—No hablo de las medidas exactas, sino del modelo económico. Es necesario que el Estado no sea predominante, que haya una economía abierta. Hasta China la tiene, a pesar del partido comunista. En China es formidable ser empresario exitoso. En Venezuela, el exitoso tiene que vivir callado, con miedo. Si lo expresa, le pueden quitar la empresa. El Estado pareciera que es el único que puede resolver los problemas. Por eso la gente exige poco y es temerosa porque el Estado decide cuándo tiene que hacer la cola, si va a recibir una bolsa CLAP, si puede mantener su trabajo como empleado público. Ese modelo está destinado al fracaso. Por eso tiene que haber un cambio. En ese segundo gobierno había que tener una apertura y los venezolanos se equivocaron.

—En un debate polarizado lo tildarían de ser un hombre de derecha.

—Queremos una modernidad en la que el venezolano no dependa del Estado y en la que la clase media sea el inmenso sector de la población. Ese es el objetivo de cualquier venezolano consciente. No quiero seguir viendo colas, que haya gente con miedo, que El Nacional solo tenga 16 páginas, que no haya publicidad, que el empresariado sea perseguido. Si eso es ser de derecha, lo soy. Ahora, es importante decir que no es un documental sobre el presente. Hay muy poco que decir al respecto.

—Hay una consonancia entonces entre su película y el financiamiento de los entes privados que tuvo.

—En otros momentos he recibido créditos del Estado, pero en esta ocasión no fue así. Creo que el Estado puede financiar largometrajes o coproducir, pero cuando ocurre, no debe haber propaganda. Debe haber libertad para el autor.

—¿Es Carlos Andrés Pérez el presidente más importante de la era democrática venezolana?

—No. Creo que Rómulo Betancourt es el estadista más importante del siglo XX. Creó instituciones. Los dos gobiernos de Carlos Andrés Pérez marcaron la historia de la segunda parte de ese tiempo. Por eso es tan importante. Recuerda que el modelo del primer gobierno es una continuación de la Venezuela petrolera, que venía de los años cincuenta.

—¿Es Carlos Oteyza el gran documentalista de los momentos históricos de la nación?

—(Silencio) Esa pretensión me podría enfermar. Mejor trabajo para que mis documentales tengan receptividad, que muevan el piso de los espectadores. Me gustan las películas y el autor debe marginarse un poco.

—¿Qué documental falta por hacer? ¿Filmaría uno sobre el chavismo?

—Hay muchos. Ese podría ser uno, pero necesito la distancia. El chavismo es muy amplio. Ese tipo de trabajos más densos, que no son biografías, son sobre momentos históricos.

—En los créditos menciona a la Biblioteca Nacional. ¿En qué estado encontró el material consultado?

—Bueno, el equipo de producción hizo ese trabajo. Encontró dificultades en algunas máquinas. Hubo disposición de los empleados para encontrar el material. Existían los equipos, pero no podíamos ver la cinta porque no funcionaban del todo. Hubo material  que no pudimos ver.

—Hay críticos que afirman que el cine documental en Venezuela supera al de ficción. ¿Está de acuerdo?

—No sé. Formo parte de los realizadores y eso se lo dejo a los críticos.

—¿Qué opina de la nuevas generaciones de documentalistas?

—Hemos vivido 17 años de polarización que no han permitido que los autores del documental se expresen con total libertad. Muchos han bajado el nivel crítico y otros han hecho propaganda. Pero pienso que esto puede ser un semillero. Ha habido recursos y eso puede ayudar.

—¿Ha sentido temor al hacer su cine?

—Siempre hay un riesgo, uno sale a la calle y te pueden asaltar. Mi película es histórica y apunta hacia el futuro, no es periodismo. Creo que los periodistas arriesgan más que los historiadores.

—¿A qué se refiere con que su película apunta hacia el futuro?

—Que los modelos de gobierno que hemos tenido deben dar como resultado el aprendizaje de lo vivido. No se pueden cometer los mismos errores y la ciudadanía debe entender que las exigencias y el reclamo permanente deben generar soluciones. No se puede creer que un Estado resolverá todos los problemas. Ese es el peor error.

Taquilla en crisis

Carlos Oteyza es el director de Tiempos de dictadura, sobre la lucha contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Es el segundo documental venezolano más visto en el país, con 165.408 espectadores. El primero es Fuera del aire, con 280.973. “Veo difícil alcanzar esa cifra. La situación del país es grave. Los números que dan las salas de cine están muy por debajo de los de hace tres años”. Actualmente la película venezolana más vista en 2016 es Tamara, con poco más de 19.000 espectadores. Entre enero y julio la taquilla venezolana disminuyó 33,8% con respecto al mismo período de 2015, un total de 6,3 millones menos de público.

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