La novela Liubliana es la más reciente del autor venezolano. En 2011 ganó el premio del el Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario, Sor Juana Inés de la Cruz
El escritor Eduardo Sánchez Rugeles vuelve a indagar y reflexionar sobre una generación venezolana en Liubliana, su más reciente novela.
Es protagonizada por Gabriel Guerrero, un hombre infeliz que no consigue encontrarle sentido a su vida, atormentado entre los recuerdos de su juventud en Santa Mónica y los derroteros de su vida en España.
Al igual que con Blue Label, su primera obra publicada, centra la historia en una generación específica del país. En Liubliana se trata de aquellos que nacieron a finales de los setenta y principios de los ochenta.
“Me gusta llamarla la generación de la incertidumbre, no la llamaría de la derrota. Hay una duda, una incomprensión hacia un fenómeno social que todavía no entendemos, de ese modelo que nos vendieron de país rico, de una ciudad y gente amables. Cuando sales a la calle te encuentras una hostilidad creciente, inseguridad, desempleo y una desigualdad social muy perceptible”, afirma el autor, que nació en Caracas en 1977.
Aunque asegura no saber definir lo que llaman nacionalidad, lo que a veces lo molesta y lo incomoda, explica que es ese sentimiento lo que trata de proyectar en sus novelas. “Mis protagonistas son tipos que no saben, que se enfrentan a una situación que no saben cómo confrontar y tienen muchas dudas. Para mí la venezolanidad es la duda”, detalla.
Con ironía
La novela ganó en 2011 el Certamen Internacional de Literatura Letras del Bicentenario, Sor Juana Inés de la Cruz, en México. Se desarrolla principalmente en las ciudades de Caracas, Madrid, Barcelona y Liubliana, en Eslovenia.
En ella, Sánchez Rugeles también hace una revisión irónica de varios aspectos de la sociedad. “Lo de la autoayuda es un enfoque más lúdico. Me parecía divertido que un personaje infeliz, triste y desesperanzado, como Gabriel Guerrero, escriba libros de autoayuda”, agrega el autor.
También está el tema de la emigración. “Gabriel Guerrero cree que en algún momento la alternativa está en la fuga. Sin embargo sale y sigue sin encontrarse. Esa es una experiencia que he visto en conocidos, en algún momento de mi vida también he sentido que no me encuentro”, indica el escritor, que vive en España desde hace varios años.
Dificultades editoriales
Sánchez Rugeles asegura que a las librerías venezolanas se les ha hecho muy difícil traer novedades literarias extranjeras, entre varios factores por Cadivi, por lo que ha surgido una solidaridad entre autores, libreros y editoriales. “Esto nos hace atender más, quizás, a nuestra literatura, a los autores que publican nuestros sellos, por una cuestión económica y porque además se están tocando temas que nos atañen. Un librero me comentaba también que hay una vuelta a los clásicos”, comenta.
Texto de @HumbertoSanchez