Azú cuenta una historia de búsqueda de libertad
[La película es dirigida por Luis Alberto Lamata. Se estrenará el viernes]
El viernes se estrenará en la cartelera nacional Azú, la película de Luis Alberto Lamata ambientada en la época de la esclavitud en la entonces Capitanía General de Venezuela.
Desde 2011 se conocen detalles de la cinta, protagonizada por Flora Sylvestre, a quien el equipo de producción conoció en una estación del Metro de Caracas. También están Juvel Vielma, que protagonizó Boves el anterior filme del cineasta-, y Pedro Durán, como intérpretes de los papeles principales de la historia.
Azú es el nombre de una esclava traída de África que no habla español- y que es codiciada por dos hombres: Don Manuel, el dueño de una hacienda y que siente una atracción sexual por la joven, y Yanga, un viejo brujo que cree que la mujer es la elegida por sus dioses para hallar el camino que los lleve de regreso a África, a la libertad.
Su llegada cambia la tensa normalidad del lugar. Una persona extraña, que no habla el idioma y que además sufre convulsiones, asociadas por los dueños y algunos esclavos acoplados a las costumbres de los
blancos- a posesiones demoniacas. Otros creen que se trata de una manifestación divina en rechazo al dominio.
«Es una aventura conmovedora, la base de la película es una persecución implacable que desata Don Manuel siguiendo su obsesión por esta joven africana secuestrada, como millones más, obligada a cruzar el Atlántico para ser vendida y trabajar. Es un canto a la búsqueda de la libertad y la dignidad», afirma el director sobre el filme, que hace una conexión con la época actual de Venezuela como República.
Incertidumbre de lo humano
La historia tiene visos con la de Moisés para el judaísmo y el cristianismo, en la que Azú asume el papel de guía a la tierra anhelada. «Al final siempre las búsquedas místicas del ser humano se acercan mucho. Lo que me gusta de la actuación de Pedro Durán es que consigue darle a su personaje esa frontera delicada en la que no sabes si es un sabio o un charlatán. Azú se convierte en una señal, pero no se sabe si es así o si ellos decidieron que era así. Es normal en la historia que la gente busque en la vida señales. Si son ciertas o no, es parte de la incertidumbre de lo humano», agrega el director de películas como Jericó, El enemigo y Desnudo con naranjas.
Lamata afirma que en el cine venezolano se ha tratado muy poco el tema de la colonia, especialmente en la forma en la que se proyecta en su filme, en la que el blanco no es el clásico mantuano de casa. «Es esa sensación de que es un país que se están ganando un espacio en medio de la selva», detalla. Recuerda además que en la época los esclavos que huían fundaban pueblos, que tienen como origen un cumbe.
Recorte de prensa
La idea de la película Azú fue propuesta a Luis Alberto Lamata por la Villa del Cine a partir de un recorte de prensa del siglo XIX encontrado por Patricia Kaiser, profesora universitaria que trabaja en la institución. El rodaje duró siete semanas, interrumpidas por las vaguadas que afectaron entonces a la zona de Higuerote. El guión fue escrito por Lamata, Dario Soto, Edgar Narváez, Carlos Tabares, Rafael Pinto y José Antonio Varela.
En esta oportunidad el cineasta volvió a trabajar en la cámara con Luis Martínez, con quien hizo Miranda regresa y sus proyectos en televisión. Su cámara habitual en cine es Carlos Tovar.