Los pájaros se van con la muerte es una historia de apego y obsesión

[ La película venezolana de Thaelman Urgelles, protagonizada por Carlota Sosa y Daniela Bascopé, se estrena mañana ]



Thaelman Urgelles dice que Los pájaros se van con la muerte es una película arriesgada, de autor. Además la considera premonitoria, con una lectura del odio, la exacerbación de las pasiones y la violencia.
La cinta, que empezó a filmarse en 1999, narra la obsesión de una madre, interpretada por Carlota Sosa, por revivir a través de rituales con la hija a su difunta pareja ­un hombre maltratador y con ansías de ser venerado­. El actor colombiano Oscar Borda hace el papel del padre y la niña es Daniela Bascopé.
La mujer apela siempre a una figura de poder, anhela el amparo que nunca ha tenido desde pequeña.
En el filme también actúa Ivonne Reyes, la venezolana radicada en España que en los años noventa se convirtió en un símbolo sexual para muchos en el país.

Conducta psicótica 
Los pájaros se van con la muerte es una historia de un desequilibro, de un apego que parece perenne que podría proyectarse a un colectivo.
No es el cine que suele hacer Urgelles, como él mismo reconoce. «He hecho mucho drama, pero nunca como éste», afirma.
En relación con la intención de revivir a alguien de la madre, agrega: «Eso lo estamos viviendo aquí desde el poder en Venezuela».
Urgelles cuenta que el psicólogo Axel Capriles le comentó que lo que se muestra en el filme es una conducta psicótica. Pero asegura que en ningún momento estuvo consciente en esos términos al rodar la película, cuyo guión escribió junto con Edilio Peña, autor de la obra teatral en la que está inspirada.
Fue en la década de los años setenta cuando vio el montaje, en la Sala de Conciertos de la UCV, pero en ese momento no se sentía preparado para llevarla al cine. «Déjame crecer como director y cómo ser humano para ver cómo encarar esto», pensó entonces el cineasta venezolano.
Le llamó la atención lo intimista y el lugar donde se desarrolla la historia. «Se ha tratado el barrio más en lo social, en lo político, en lo delictivo, pero siempre visto desde afuera», explica.

Con dificultades
Thaelman Urgelles indicó que entre los principales problemas que afrontó cuando empezó a filmar
Los pájaros se van con la muerte estuvo la falta de dinero. Hubo personas que se ofrecieron para coproducir el proyecto, pero se desligaron por problemas económicos.
También admite que influyó su participación en actividades más ligadas a la política, especialmente en la época del referendo revocatorio de 2004.

En la forma
La forma como está contada la historia de Los pájaros se van con la muerte está inspirada en la película El beso de la mujer araña , de Hector Babenco. La idea le vino al director, Thaelman Urgelles, una vez que fue al cine Radio City de Sabana Grande con su esposa Malena Roncayolo. Al salir se encontró a Edilio Peña, el autor de la obra de teatro y guionista del filme, que pensó lo mismo.

Nota de Humberto Sánchez Amaya @HumbertoSanchez publicada el 19 de septiembre en el diario Primera Hora.

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