Por Alberto Araujo (@augustaraujo)
El suspiro más profundo, la más cruda verdad, la sombra más nefasta y negra… y tú, siempre tú, el fantasma particular que me acecha
Siempre fuiste una rima con un verso incompleto, una lluvia esperando por caer, un beso que se apagaba antes de de hacerse dulce, una mirada con párpados que caían cuando comenzaba el interés
Eres poesía incompleta, una canción sin tonada; un gemido sin razón
Eres el sol que se oculta tras una nube en el momento más frío de la mañana, la luna que me abandona cuando mi amante fugaz también se va
Y eres más. Siempre serás más
Serás eternamente mi sueño más cautivador, y la dueña de mis labios más anhelados: de fresa, de dulce, de vida, de pasión
Eres el sueño que no consigo apagar, convertido en una pesadilla que me acosa y me fustiga. Pero sin tu viva imagen, la que no dejo de buscar entre sombras, simplemente ya no podría existir