La mejor introducción al tema de la tradición sin duda frasea la herencia de nuestras raíces, indígena, europea y africana. El mestizaje floreció y comenzó a describirnos como venezolanos y latinoamericanos
Por Marina Bravo
Todos los que hemos celebrado la Navidad en Venezuela, sabemos que ya en octubre comienzan a sonar las gaitas zulianas, pero también en carnavales comenzamos a hacer planes, y si no, para Semana Santa. Pero… ¿te has detenido a pensar de dónde viene todo esto? ¿Por qué en este momento y no en otro?
El hombre, desde que el mundo es mundo ha sentido la necesidad de expresarse, es su naturaleza. Por otro lado, siempre ha estado en constante observación de los que ocurre a su alrededor. Con la evolución de las civilizaciones, esos eventos que por una parte integran cantos, danza, poesía y por la otra, definen periodos partiendo del día y de la noche, de las estaciones, del clima y de la naturaleza, han ido definiendo la cultura de los pueblos. Las celebraciones se han quedado en el tiempo de forma constante y a partir de ellos se han creado los calendarios.
Con la llegada de los españoles a lo que llamaron “Nuevo mundo”, se dio un maravilloso proceso de mestizaje entre los indígenas nativos, los españoles colonizadores y los africanos esclavizados. Esa mezcla de raíces convirtió nuestra América Latina en un arco iris de colores, de rituales, de sabores y de sonidos que nos hacen tan particulares. Sin embargo, la cultura europea se impuso con el cristianismo y en adelante el cronograma de fiestas que se celebran en nuestro suelo han sido las del calendario Gregoriano que data de 1582. A este le precedieron el calendario Juliano 45 AC y más atrás el Calendario Romano establecido unos 700 años AC.
Entonces atendiendo a la herencia de aquellos pueblos recién nacidos, colonizados por españoles, los indígenas y los africanos solaparon sus rituales vistiéndolos con la tradición española y manteniendo su esencia, resultando en este mestizaje del cual venimos.
El calendario Gregoriano, o del Papa Gregorio XIII se instaló oficialmente a finales del siglo XVI, es decir, en pleno proceso de colonización. Fue este calendario el que definió que habría 11 meses con 30 y 31 días y un mes de 28 y 29, porque aquí se introdujeron correcciones al año bisiesto que ya se manejaba en el calendario juliano, predecesor del Gregoriano.
Pero no podemos perder de vista, que todo nace partiendo de una fiesta tradicional, La Pascua de Resurrección. Que debía coincidir con el domingo siguiente al plenilunio del equinoccio de primavera. Esto se definió en el llamado concilio de Nicea, muchos años antes, imagínense en el 325 DC, cuando el cristianismo ya se había asentado y era la religión oficial de muchos reyes y nobles en Europa.
Dos grandes momentos, dos protagonistas
Entrando en materia propiamente del calendario litúrgico católico que sirve de base para nuestro calendario festivo, hay cuatro grandes periodos temporales y en ellos se desarrollan todas nuestras fiestas. Solsticio de invierno, Equinoccio de primavera, Solsticio de verano y Equinoccio de otoño. Esta pista maravillosa la leí por primera vez en el libro de Cecilia Fuentes y Daría Hernández “Calendario de fiestas tradicionales venezolanas” y fue una verdadera revelación para comprender todo este asunto.
Venezuela está ubicada al norte del Ecuador, es decir, pertenecemos al hemisferio norte del planeta, por tal razón el calendario que nos rige es el mismo de Europa en cuanto a las estaciones, aunque nosotros acá no las vivamos de forma tan cierta como en países del norte.
En nuestro país el invierno y el verano son los dos grandes momentos climáticos/temporales, aunque a veces se nos solapen uno con el otro, o sintamos la influencia del sur teniendo nevadas en Mérida o lluvias en los llanos durante las vacaciones de agosto. Por tanto, una primera gran categorización que podemos hacer y que frecuentemente escucharemos por allí, es la de las fiestas de Solsticio de verano y fiestas de Solsticio de invierno.
La Iglesia Católica muy acertadamente dedicó a dos grandes profetas estos dos periodos y así conocemos desde siempre que Jesús nació en solsticio de invierno entre la noche del 24 y el 25 de diciembre, mientras que su primo San Juan el Bautista, nació el 24 de junio, seis meses después. A estos dos personajes son a los únicos que se les celebra el nacimiento, de hecho, son los únicos dos que se representan en imágenes infantiles (San Juan Niño, Jesús Niño) aunque, por supuesto, encontremos imágenes adultas de ambos.
Una fiesta, un gran hito
Corría el año 1948 en una Venezuela de esperanzas para unos, de convulsión para otros, se aproximaba la toma de posesión presidencial del escritor venezolano Rómulo Gallegos. Surgió entonces la idea de hacer un evento donde se trajeran representaciones de las diferentes fiestas y manifestaciones culturales y de tradición del país. El desarrollo de ésta estuvo a cargo del investigador, escritor y poeta Juan Liscano, uno de los padres de la etnomusicología en nuestro país. En muchas oportunidades Liscano comentó cómo el evento previsto a realizarse en un solo día, se extendió por cuatro días en una fiesta sin precedentes. Del 17 al 21 de febrero de 1948 el Nuevo Circo de Caracas recibió a más de veinte mil personas en las diferentes presentaciones e hizo espacio para que cultores de diferentes zonas de Venezuela por primera vez se encontraran. Por primera vez se tuvo una visión del esquema de tradiciones que existía para entonces en nuestro país.
Gracias a esta reunión, que congregó a más de 200 cultores genuinos, y surgieron posteriormente textos, visitas e investigaciones y se generó una conciencia de nuestra cultura popular que, hasta entonces, aunque era obvia, no se tenía en cuenta. Según una entrevista que le hiciera Alfredo Chacón al propio Liscano en 1998, este aseguró que “Se produjo un brote nacional de optimismo, de sentir que tenemos una cultura y ello incluso entre los mismos participantes venidos de todo el país, que no sabían de la existencia de otros, semejantes a ellos”.
Hay quienes afirman incluso que el traje típico que conocemos hoy nos viene de esta época. Se hizo necesario en algunos casos, darles vestuario a algunas delegaciones, en el caso de los llaneros, por ejemplo, se confeccionó el liqui liqui junto a las faldas amplias de flores y las blusas blancas. Dejo por acá una cita del cronista Germán Fleitas Núñez al respecto “Juan Liscano en compañía de Germán Fleitas Beroes, Reinaldo Espinoza Hernández y Fredy Reina, viajaron a San Fernando de Apure a traer al Indio Figueredo y otros artistas de la época».
“La mamá de Julio de Armas y de Juan Liscano hicieron las blusas de los llaneros. Eran cachicamitas blancas con yuntas de oro, tipo liqui liqui. Todas tenían un monograma en blanco.”
Estructura del Calendario Festivo Tradicional Venezolano
Aunque esta conciencia de tradición y cultura popular se crea en Venezuela posterior a muchos otros países latinoamericanos, luego de un rastreo en diversas fuentes bibliográficas y digitales no pude encontrar una referencia de calendario festivo tan clara y bien estructurada como la nuestra.
Tomando como fuentes principales el trabajo editado por Fundación Bigott y El Nacional “Atlas de Tradiciones Venezolanas”, a cargo del profesor Tulio Hernández, y el ya referido libro “Calendario de fiestas tradicionales venezolanas”, también de Fundación Bigott, adoptaremos estas pautas para conocer y definir nuestro Calendario.
Se sostiene sobre la base de los dos grandes momentos representados por Jesús de Nazareth, nacido en diciembre Solsticio de Invierno y San Juan el Bautista, nacido en junio Solsticio de Verano, entre ellos se solapan las fiestas de los equinoccios de primavera y otoño; siendo el primero, la primavera, conocido por la gran carga de fiestas a la Cruz de mayo y a los Santos: San Juan San Antonio de Padua, San Pedro y San Pablo y el segundo, el otoño, por las advocaciones marianas: Virgen del Valle, Virgen de Coromoto y La Chinita.
De esta manera les ofrezco un primer acercamiento con la promesa de crear el calendario con detalle de fechas, zonas y detalles de la manifestación.

Fotografía principal: Archivo Fotografía urbana